"Lo primero que llama la atención de esta antología de cuentos es su portada: un ojo de reptil bordeado por un fileteado mostaza que le da un aspecto delicado. Es una colección muy bien escrita. Todos los relatods están buenos y tienen como hilo conductor que, menos uno y medio, estan narrados en primera persona por el mismo protagonista. Que resulta ser el mismo autor. Por lo tanto, todas las historias tienen una conexion. Incluso hay personajes recurrentes, ya que son familiares o amigos de Diego. El mayor atractivo del libro es lo cotidiano mezclado con lo imposible, lo fantástico, incluso lo terrorífico.
Raúl Ogar